Es un día lluvioso en
la Ciudad de México. Atravesar las enormes puertas de la biblioteca Vasconcelos te
conecta en una atmosfera totalmente distinta, un lugar donde el bullicio de la
ciudad se detiene. Se escuchan los murmullos de las personas, los “bips” de los
elevadores y un acompasado “clack-clack” de los tacones de una mujer que corre
al auditorio pues el concierto ya va a empezar.
El pasado viernes 4
de Julio el Colectivo Coloquial conformado
por Aldo Lombera, Arturo Morfín, Daniel González, Jimena Maldonado y Juan
Andrés Vergara; apoyado por el Instituto Nacional de Bellas
Artes, la Comisión Nacional de Música y Ópera, el Centro de Investigación y
estudios de la música (CIEM) y la Biblioteca Vasconcelos, presentó el
concierto Elegías Cervantinas.
En dicho concierto se
presentaron cinco piezas para soprano (Victoria Amaro), flauta (Cuca Citlali
Vélez), viola (Gerardo Aponte) y arpa (Ariadna Bucio), de cinco jóvenes
compositores. Todos tomaron como punto de partida, para la composición de su
obra, la Canción de Lisandro: un fragmento del primer libro de La Galatea de Miguel de Cervantes
Saavedra, en la cual Lisandro se lamenta por la muerte de su amada Leonida.
¡Oh
alma venturosa,
que
del humano velo
libre
al alta región viva volaste,
dejando
en tenebrosa
cárcel
de desconsuelo
mi
vida, aunque contigo la llevaste!
Sin
ti, escura dejaste
la
luz clara del día;
por
tierra derribada,
la
esperanza fundada
en
el más firme asiento de alegría;
en fin,
con tu partida
quedó
vivo el dolor, muerta la vida
Los jóvenes
intérpretes presentaron las obras demostrando gran talento, permitiendo
apreciar tanto las similitudes en el lenguaje de los compositores, así como (y
más importante) sus diferencias y las características propias de un estilo
definido. Las piezas que se presentaron son: Égloga Cervantina (2012) de Aldo Lombera; Lisandro el Loco (2012) de Arturo Mórfin; Entre sílabas y acentos (2012) de Daniel González; Endecha (2012) de Jimena Maldonado;
estas cuatro fueron estreno mundial; finalmente, Duelo (2012) de Juan Andrés Vergara. Ésta obra fue
acreedora a una mención honorífica en el III concurso de composición Eulalio
Ferrer 2012, estrenada dentro del marco del 40 Festival Internacional
Cervantino.
Después del concierto
y en exclusiva para RuideroXXI se
les hizo una entrevista a los compositores sobre su obra, su estilo y el
proyecto de Colectivo Coloquial. A continuación fragmentos de la entrevista:
RuideroXXI: ¿Cuál es el carácter general de tu obra? Y
¿En cuántas partes podrías dividir tu pieza y cuál es el carácter de cada
parte?
Aldo Lombera-Égloga Cervantina: Considero
que no hay un solo carácter que englobe mi pieza, más bien una sucesión de
emociones por las cuales va transitando. Esto se debe a que mi pieza “narra” a
manera de guión el fragmento en el cual se da lugar la historia de Lisandro y
su canción. Todo éste fragmento realmente es contado desde los ojos de Elicio,
un pastor que presencia la venganza y el lamento de Lisandro.
La
pieza está estructurada en dos secciones grandes de duraciones similares. Esta
división refleja la división del fragmento usado de la “Canción de Lisandro”,
estructurada en dos estrofas. Cada una de estas secciones tiene micro-secciones
en base a los eventos que se desarrollan dentro de la historia.
La
primera sección comienza con una atmósfera tranquila que poco a poco se va agitando,
reflejado musicalmente en la aceleración del tempo, el enturbiamiento gradual
de carácter y el aumento de la dinámica hasta llegar al clímax. Esto
corresponde en la historia a como dos pastores que se encuentran a la orilla
del río, después de conversar por unos momentos acerca de amores, ven la
venganza de Lisandro al asesinar al responsable de la muerte de su amada.
La
segunda sección relata el lamento de Lisandro por no haber encontrado paz al
tomar venganza, al contrario, sentirse devastado por sus acciones. Esto ocurre
en un bosque espeso y es ahí donde Lisandro canta su canción. Elicio a lo lejos
escucha su historia y comprende el porqué de sus acciones. En esta sección
destacan las texturas en el ensamble y más tarde la agilidad vocal para remarcar
el canto desolado, en contrapunto con los demás instrumentos.
La
pieza finaliza con el texto recitado por los intérpretes, escuchándose completo
por primera vez y formando una masa de voces, así como los sentimientos
confusos que acechan en la cabeza.
Arturo Morfín-Lisandro el Loco: Mi pieza parte de una fantasía. Me
imaginé que Lisandro, el protagonista, iba a visitar a una gitana antes de que
ninguno de los eventos ocurriera. En dicha visita, la gitana hizo 3 lecturas de
tarot que predijeron la historia. Para esto estudié algunos libros sobre la
lectura de dichas cartas y después forcé tiradas artificiales para que se
relacionaran con el texto de Cervantes. Después formalicé las cartas,
obteniendo así colecciones de notas relacionadas con cada evento. Estas
colecciones definieron la evolución armónica de toda la obra.
Tiene
7 secciones, con estructura A B A' C A'' D A'''. Las letras A están ubicadas
temporalmente en el presente, cuando Lisandro canta su elegía triste en un
claro en el bosque bajo la luna. Las otras secciones pertenecen al pasado, son
recuerdos de los eventos ocurridos en la historia. La letra B describe a la
bella Leonida con un carácter de ensueño y deseo. Tomé textos de la carta en la
que Lisandro le confiesa su amor. La letra C describe a Carino, el amigo
traidor autor de las atrocidades del relato. Tiene un carácter simultáneamente
dulce en el arpa y agrio en la voz y la viola La letra D es el recuerdo de la
tragedia, como ocurrió el asesinato de Leonida y las últimas palabras que ella
enunció antes de perder la vida en los brazos de su amado. Su carácter es
aterrador y dinámico.
Daniel González-Entre sílabas y acentos: Entre sílabas y acentos es una pieza que
mantiene en general un carácter misterioso y un poco sombrío. El poema que
refleja el dolor de Lisandro ante la pérdida de su amada ayuda a la música a
reflejar el sufrimiento del protagonista.
La estructura de esta
pieza fue planteada a partir de la estructura del poema, que consta de 5
párrafos. Los 2 primeros son similares entre sí, al igual que los 2 últimos. La
pieza consta de 5 secciones, la primera y la última comparten un carácter
rítmico y misterioso, la segunda y la cuarta son más atmosféricas, y en ellas
se explora el recurso del batimento
entre los instrumentos por medio de un glissando.
La tercera sección retoma el carácter rítmico e incluye una figura rítmica que
se repite a lo largo de toda la sección.
Jimena Maldonado-Endecha: El título de mi
pieza, Endecha, proviene del latín “indicta” y quiere decir anunciar. También
se le llama endecha a una canción triste o de lamento. Así que desde el título
esta obra tiene un carácter luctuoso y lleno de tristeza. Narra una tragedia,
por lo que tiene un carácter sentimental y de lamento.
Se podría decir que
esta obra tiene 3 secciones, más una introducción y una coda. La introducción y
la coda tienen un mismo carácter muy melódico y expresivo, y simbolizan los
sentimientos que quedan después de la tragedia. Las otras tres tienen un orden
más o menos programático en el que se va contando esta historia, que es sólo
una de las muchas que componen La Galatea.
En la primera sección
tenemos a dos personajes (Lisandro y Leonida) que no se conocen y que viven
vidas muy diferentes. En la segunda se cuenta el encuentro entre estos dos
personajes y cómo va transcurriendo su historia de amor. Finalmente, en la
tercera, llegamos al clímax. Es aquí en donde todo se complica hasta llegar a
la desafortunada muerte de Leonida.
Juan Andrés Vergara-Duelo: Descriptivo, va cambiando en función
del texto cantado intentando evocar su significado con los instrumentos.
A
grandes rasgos en dos partes. La primera es un lamento que contiene el texto
literal y la segunda es una recapitulación desesperada del material presentado
anteriormente.
Ruidero: ¿Que recursos usaste para
cada instrumento y qué papel jugo cada uno dentro de tu obra?
Aldo Lombera: La
función de los instrumentos es la de ir variando el carácter y las atmósferas,
en este sentido considere cuales eran los más aptos para cada sección y para ir
transformando gradualmente las emociones a lo largo de la pieza. Utilice
distintas técnicas extendidas para obtener diversas sonoridades, timbres y
texturas del ensamble. Otro aspecto que me intereso fue la separación del
ensamble en distintas combinaciones para los distintos pasajes: duetos, tríos y
tuttis. […]
Arturo Morfín: Ningún instrumento,
exceptuando a la voz, tiene un rol en particular en la obra. Tampoco hay una
exploración tímbrica profunda. Todos contribuyen más que nada a establecer una
armonía clara en cada sección, siempre con relación a la emoción de cada
sección. En este sentido es una obra muy tradicional. La soprano de vez en
cuando recita sus textos, los declama dramáticamente. Decidí hacer esto para
que fuera claro que estoy contando una historia más que cantando una canción.
Daniel González: Este ensamble en
particular, al contener instrumentos de distintas familias tiene muchas
ventajas y desventajas, al ser los timbres tan distintos hay una variedad muy
amplia de donde escoger, pero también se vuelve difícil lograr que se amalgamen
el uno al otro por lo mismo. En esta pieza el arpa tiene la base rítmica y
armónica, la flauta y la viola se acompañan, a veces a dueto acompañando a la
voz o en varias ocasiones en contrapunto entre ellos. La soprano tiene el texto
sobre los demás, pero sin llegar a ser solista.
Jimena Maldonado: La idea de esta pieza era que cada uno de los
instrumentos ayudaran a que se fuera sintiendo el carácter de cada sección en
relación a la historia. A pesar de que intenté usar los instrumentos de una
manera muy vinculada, me parece que la voz es la que tiene más peso con
respecto a la historia. Además de llevar el texto, intenté usar la voz como una
forma de hacer notar los sentimientos lúgubres de la pieza así como cada uno de
los sentimientos clave de cada sección.
Juan Andrés Vergara: Utilicé la voz como una especie de
narrador cantando el texto y a los otros instrumentos no los traté como líneas
por separado, sino como un solo grupo para evocar lo que el narrador va
diciendo con texturas homogéneas. Por ejemplo, cuando el texto dice volaste,
los instrumentos ascienden en su registro hasta que se pierden.
Ruidero: Finalmente -¿Que podrías decir del concierto en particular y del
proyecto en general?
Jimena
Maldonado: Me parece que este concierto es interesante
empezando porque no consta de una instrumentación usual. También me gusta la idea de que todas las
piezas estén basadas en un mismo texto, pues es más fácil crear una misma
atmósfera además de darle al espectador algo de qué agarrarse. La música
contemporánea no siempre es fácil, por lo que creo que es una buena idea tener
como apoyo un texto y una historia.
Aldo
Lombera: Me parece que el concierto
“Elegías Cervantinas” fue un muy buen comienzo para el Colectivo Coloquial, del
cual soy parte. Al ser una primera producción siempre hay detalles que pueden
quedar en el aire y sentirse una mala organización de los eventos o que algo
falto, en este sentido creo que logramos un concierto de talla profesional con
el apoyo del INBA y del CIEM, en un lugar tan bello como lo es el auditorio de
la Biblioteca Vasconcelos. Con todo minuciosamente organizado, desde la
difusión con carteles, volantes, programas de mano, entrevistas y artículos,
hasta el protocolo durante el concierto para salir satisfechos con nuestro
trabajo.
Considero que las obras
aún pueden madurar y “marinarse” como diría una amiga, en el ensamble e incluso
desde la composición misma. Estamos buscando otras opciones para volver a
presentarlas en concierto y trabajar detalles tanto con los músicos como en la
partitura.
El trabajo hecho por el
ensamble merece una mención, ya que realmente vimos su dedicación y una
excelente disposición a lo largo de este proyecto, así que muchas gracias a
Victoria Amaro (soprano), Cuca Vélez (flauta), Gerardo Aponte (viola) y Ariadna
Bucio (arpa).
Para finalizar, me da
mucho gusto y orgullo contar con los cuatro amigos que están involucrados en
este colectivo y quisiera agradecerles por su disposición siempre.
¡Vienen muy buenos
proyectos en camino!
Gracias a Ruidero XXI por
el espacio, por difundir la música y las opiniones de los compositores
actuales.
Todo mundo sabe que
no importa cuantas palabras busquemos, nunca encontraremos las suficientes para
describir lo que nos produce una pieza musical, así que no se pierdan ninguno
de nuestras invitaciones a los conciertos. Si se quedaron con ganas de escuchar a el trabajo de Colectivo Coloquial, aquí les dejamos el contacto.
¡Hasta la próxima!
¡Comenten y difundan!
Enrique
Rodríguez
México, D.F.
Julio 17, 2014
México, D.F.
Julio 17, 2014
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